Henrikh Mkhitaryan.

Hola a todos, la última jornada de Champions nos ha dejado numerosas sorpresas, ninguno esperábamos la derrota del Valencia ante el Schalke o la pronta eliminación del Milán a favor de un Tottenham que un superlativo partido de ida le valió para meterse en los cuartos de la competición más prestigiosa del planeta. Pero sin duda, lo que más repercusión ha tenido, a parte de la genialidad de Messi, ha sido la victoria del Shakhtar Donetsk ante la Roma. No fue la victoria lo que sorprendió a los medios, todos sabíamos lo que este equipo era capaz de hacer, si no el como de ella, pasó por encima de una Roma que solo se pudo defender a base de patadas y codazos dejando al fútbol italiano en un muy mal lugar en Europa y alabando extraordinariamente el fútbol alegre y vistoso de los mineros de Donetsk. Y es que en los últimos tiempos venimos elogiando el enorme trabajo de este equipo en pleno crecimiento que no le basta solo con haber conseguido la hegemonía de Ucrania, este equipo quiere mucho más. Ya hemos destacado en este blog varias veces su enorme proyección, con jugadores como Douglas Costa o Rakytskyy y no hace falta hablar de otros como Willian o Fernandinho que están haciendo de este equipo una de las revelaciones en Europa y un hueso muy duro de roer para las más grandes entidades del continente. Pero como siempre, hoy vamos a centrarnos en un jugador, uno llegado este verano desde uno de los países donde el fútbol no es precisamente el deporte que más destaca entre su gente. Hablamos de Henrikh Mkhitaryan, el armenio que a sus 22 años se ha convertido en el timonel del equipo, el creador y distribuidor de un conjunto en alza, al que ya todo el mundo empieza a temer de verdad.

Nacido el 21 de Enero de 1989 en Yerevan, Armenia. A pesar de que Armenia es un país donde en el deporte triunfa el ajedrez o el boxeo entre los demás, Henrikh siempre quiso ser futbolista y así empezó su carrera deportiva. Su primer club de verdadera importancia fue el Pyunik de su ciudad natal, hoy en día uno de los pocos clubes con algo de importancia en el país. A el llegó en 2006 y rápidamente se vio que su forma de jugar no era como la de los demás, Henrikh sobresalía entre todos sus compañeros y no era de extrañar que el primer equipo lo esperase muy pronto pese a su precocidad, a esto le unió la llamada de la selección nacional para la categoría sub.17 y ese mismo año pasó a la sub.19 siendo dos años menor que el resto de sus compañeros pero sin embargo ninguno tenía la calidad que el atesoraba en sus botas. En su club de por entonces, el Pyunik, siguió marcando goles y dando asistencias continuamente, esto no hacía más que ver que esta liga se le quedaba pequeña ya que tenia una media de gol por partido y jugando en el centro del campo. Esto le valió para dar el salto a una liga de mayor nivel como la ucraniana, firmando en 2009 por el Metalurh Donetsk. Aquí continuó con sus buenas actuaciones, regalando asistencias y goles en una temporada que le valió para consolidarse en el primer equipo y ser uno de los jugadores más determinantes. Fue entonces cuando su nombre empezaba a sonar verdaderamente por Europa, y se habló de un profundo interés de Wenger en hacerse con sus servicios.

Aún estuvo otra temporada más en el Metalurh, y siguió destacando como siempre, esto hizo que el Shakhtar, el club más poderoso de Ucrania se hiciera con sus servicios en un monto de alrededor de 6 millones de euros, algo que el armenio promete revalorizar si sigue actuando como hasta ahora, y más viendo que el Arsenal sigue ahí detrás. Esta temporada suma ya un total de 13 partidos y 3 goles, y sus actuaciones en Champions son cada vez más destacadas, siendo titular en casi todas ellas, por lo que Mkhitaryan ya se ha convertido en uno de los baluartes de los mineros de Donetsk, al igual que en la absoluta de su país, donde es la gran estrella del equipo.

Sobre la cancha, Henrikh Mkhitaryan es un jugador de gran polivalencia, su posición natural es en la mediapunta, sirviendo de enlace con los atacantes y cerquita del área merodeando el gol. Aun así, también se le ha visto desenvolverse en el centro del campo siempre realizando labores de creación y organizando el juego, o incluso escorado en las bandas, preferiblemente la derecha donde con su pierna diestra habitúa a meterse por el centro y dar el pase al hueco o bien centrar desde un posible ángulo de banda. Lo cierto es que Mkhitaryan destaca por su increíble llegada al área desde atrás, es raro por su calidad pero es innegable que tiene un don para pasar desapercibido en sus entradas al área, aparece donde menos lo esperas y siempre está en el sitio adecuado bien para rematar o bien para recuperar el balón y volver a iniciar la jugada de ataque. Entre otras virtudes, también es digna de nombrar su visión de juego, otra facultad que le caracteriza enormemente en su juego, es un futbolista de toque, que ve bien los huecos, que combina con sus compañeros y que siempre se ofrece como un recurso más al ataque, además esto combinado con una técnica notable, una buena conducción de balón en el juego directo y un potente y ajustado disparo desde cualquier distancia hacen del armenio un jugador de altos quilates, de esos que todo equipo necesita para ser vistoso y agradar a los aficionados. Quizás la pega es su físico, mide 1,78 y a pesar de no ser una altura excesivamente delicada, si que le pasa factura a la hora de ir a por la pelota con más fuerza de lo habitual, ya que suele salir siempre derrotado en los duelos de más exigencia física. Aun así es un jugador al que le queda todavía mucho fútbol que demostrar y sobre todo muchas habilidades que mejorar, de momento está demostrando que puede actuar en la élite perfectamente.