martes, 30 de agosto de 2011

Álvaro Vadillo.

Hola a todos, esta temporada volveremos a disfrutar en la máxima categoría de nuestra liga de uno de los clubes más históricos de nuestro país, el Real Betis Balompié. Un club que en el último lustro ha pasado el peor momento institucional de su historia por culpa de un máximo accionista que pretendía llevarse lo que no era suyo y alabado por consejeros cucharas y traidores para el beticismo. Sin embargo, la situación actualmente ha cambiado, gracias a personas que quedarán en la sombra pero que debido a su enorme labor, los béticos vuelven a disfrutar de un Betis, ahora si, libre, limpio, en primera, y de los béticos. Y es que el circo que comenzara Manuel Ruiz de Lopera y continuara de manera ridícula Luis Oliver, ha pasado ya a la historia negra del club. Gracias al enorme e implacable trabajo de una jueza que será siempre recordada y a la que los béticos estarán eternamente agradecidos, el club atraviesa ahora uno de los momentos más ilusionantes de su historia. Con un consejo profesionalizado y guiado por el sentimiento y la lucha que ha proporcionado uno de los mitos vivientes de la entidad, Rafael Gordillo, el Betis vuelve a ser de los béticos, y vuelve a dar muestras de ser ese club que tanta simpatía causaba por toda España, de ser ese club que convertía lo imposible en fácil, y lo fácil, en imposible. En el ámbito deportivo es la misma historia, atrás quedaron los jugadores que parecían arrastrarse por el campo, riéndose continuamente de una de las camisetas con más historia de España, la de las 13 barras. Y es que, con Pepe Mel a la cabeza, el Betis ha aprendido a luchar, a remontar, a ganar, y lo que es más importante, a devolverle el orgullo a sus fieles seguidores. Sin ir más lejos, hace un par de días ha tenido lugar un nuevo motivo de ilusión y de orgullo, y es que Álvaro Vadillo, de 16 años, debutó convirtiéndose en el jugador más joven de la historia del club en enfundarse la camiseta del primer equipo, y además, lo hizo como titular en la victoria del Betis en su regreso a la máxima categoría.

Nacido el 12 de Septiembre de 1994 en Puerto Real, Cádiz. Como tantos otros jugadores en la historia del Betis, este joven viene procedente de una de las ciudades que más talentos a dado al Betis, Cádiz. Desde los 11 años en la cantera verdiblanca, Álvaro Vadillo es la última gran perla de una cantera que este año ha sido clave para el renacer deportivo del equipo. Y es que, si hace más de un año hablábamos en este blog de canteranos béticos que prometían mucho, hoy algunos de ellos se han convertido en piezas fundamentales del equipo, como Beñat, Miki Roqué o Ezequiel. Vadillo tiene toda la pinta de seguir continuando un proyecto de futuro que pinta realmente bien para la entidad sevillana. Sin embargo, este verano el Betis ha estado a punto de quedarse sin él, y es que el jugador se sintió tentado por una suculenta oferta por parte de la Fiorentina para llevárselo, pero finalmente, decidió quedarse en el club de su vida y defender sus colores, con los que ahora triunfa. Además, Vadillo ha vestido ya la camiseta de la selección española en sus categorías inferiores, habiendo sido parte de los combinados sub.16 y sub.17. Pero sin duda alguna, y como el mismo declaró, el día más importante de su vida se produjo el pasado fin de semana, en la jornada número 2 de liga, en la que el Betis jugaba el primer partido tras su regreso a primera. Mel decidió sorprender a todos incluyéndolo en el once titular, y aunque se le notó un poco verde, algo totalmente normal debido a su edad, dejó detalles que invitan a la esperanza. Esta temporada alternará el filial con el primer equipo, pero como ya ha demostrado, la 2º B se le queda pequeña.

Álvaro Vadillo es un extremo que puede actuar en ambas bandas pero que normalmente suele partir desde la derecha. Diestro de pierna, es un jugador que destaca por su endiablada velocidad y su buen manejo del balón, lo que le permiten ser un extremo puramente desequilibrante y con una facilidad pasmosa para marcharse del contrario. Sus continuas subidas por banda han provocado un dolor de cabeza enorme entre los defensores a los que les tocaba enfrentarse y en muchas ocasiones se ha bastado él solito para ganar un partido o romperlo con una sola jugada. No es raro verlo marcharse incluso entre dos o tres defensores a la vez, y es que una vez arranca en carrera y empieza a encarar, se convierte en un extremo tremendamente explosivo. En definitiva, estamos hablando de un jugador que aporta muchísima electricidad al ataque de su equipo, y que aunque no tenga unas cifras goleadoras destacables, si que puede romper partidos con una capacidad asombrosa en cualquier momento. Muchos ya lo comparan con otro gaditano que triunfó en el Betis no hace muchos años, Joaquín Sánchez, y es que no es de extrañar que las galopadas por banda de Vadillo hagan rememorar en multitud de ocasiones al del Puerto de Santa María. Veremos como sigue progresando, pero desde luego, los extremos del Betis estarán cubiertos muchos años con Vadillo y Ezequiel.