Hola a todos, nuestros últimos artículos han tenido a Alemania como país protagonista
en la mayoría de casos. Esto tiene una explicación sencilla, la Bundesliga me
tiene loco. Su forma de gestionar el fútbol que allí se disfruta es
sencillamente genial, esto lo sabe hasta el más tonto. El fútbol siempre
ofensivo, la apuesta de los equipos por la cantera, los estadios siempre
llenos, el respeto al aficionado... En definitiva, la limpieza y frescura
general que allí se respira hacen de la Bundesliga alemana un campeonato ideal
para disfrutar en el salón de tu casa. Y no solo hablo de la máxima categoría.
Este año me he propuesto ver muchos más partidos de la segunda división y de
momento ya he sacado algo en claro: La cantidad de jóvenes talentos que allí se
agrupan es similar e incluso superior al de la máxima categoría. Allí el dinero
es escaso, por lo tanto la cantera y el scouting juegan un papel fundamental
para el crecimiento de los equipos, ya saben esa frase tan de moda en el fútbol
actual de "vender para crecer". Esto lo ha llevado a cabo a la
perfección el VfR Aalen con nuestro protagonista de hoy, se trata de Kevin
Kampl (21 años), que con su traspaso al Red Bull Salzburgo ha protagonizado una
de las historias más curiosas de este mercado de fichajes.

Lo primero
que debemos apuntar es que existen dos Kevin Kampl, el ex del Aalen y el de la
selección eslovena. Y digo esto porque aunque son el mismo jugador, en cada
equipo desempeña un rol totalmente distinto. En el Aalen (donde más lo he
seguido) era un jugador que partía siempre desde el costado izquierdo de la
cancha. Como extremo izquierdo, aunque es diestro de pierna, se caracterizaba
por ser un jugador con grandes dotes para desequilibrar, un encarador nato. Su
habilidad con el balón en los pies marcaba la diferencia en segunda y lo hacía
todo tan fácil que parecía sencillo. En espacios cortos es letal, si le das
cancha es imposible de parar y si le dejas entrar en el área, te mata. Siempre
pegado a la línea de cal de la banda izquierda, le gusta recibir allí el balón
y rápidamente iniciar la carrera buscando el centro para abrirse todos los
huecos posibles desde ahí. No es raro verlo encarar a más de un defensor a la
vez y mucho menos raro es verlo dejarlos atrás en velocidad. Es un jugador que
posee una gran confianza en si mismo. Pero aparte, es un futbolista de equipo,
generoso en el pase y que ofrece una gran ayuda en defensa, tapando huecos y
bajando a presionar todo lo necesario, pero sobre todo, me sorprendió que
después de esto, después de pegarse todo el partido subiendo y bajando, se
echara el equipo a la espalda en los minutos finales, haciendo gala de un
despliegue físico enorme. En la selección desempeña un papel más creador, más
de eje del equipo, y entonces la medular se convierte en su hábitat natural. En
definitiva, estamos ante un jugador de gran futuro, muy completo y con las
cualidades necesarias para triunfar en una liga de mayor nivel. Sin duda el RB
Salzburgo es un reto importante en su carrera, habrá que estar atento a su
aclimatación en el fútbol austriaco y si lo consigue, no tengo la menor duda de
que durará poco allí.