Brice Djadjedje.

Hola a todos, tras un período sin apenas tiempo para poder escribir, vuelvo con una de mis ligas favoritas y con otra nueva joven promesa que descubriros. Vamos a ir de nuevo a la Ligue 1 francesa, que este año está más apasionante que nunca. Por arriba el Montpellier ya no quiere depender de nadie y su asalto al liderato la semana pasada nos empieza a hacer creer que el PSG va a sufrir más de lo que todos esperábamos para poder llevarse el título de liga. Por abajo está todo apretadísimo, con hasta 6 equipos metidos de lleno en la lucha por el descenso. Pero hoy a nosotros nos interesa un club que en su vuelta a la máxima categoría del fútbol francés está pasando por una temporada muy tranquila, sin sobresaltos y con un margen de puntos considerable sobre el descenso que le hacen estar en mitad de tabla, una posición que a principios de temporada hubieran considerado de privilegiada. Hablamos del Evian Thonon Gaillard, quien bajo los mandos de Pablo Correa se ha convertido en uno de los equipos más difíciles de penetrar en la Ligue 1. Y es que, a pesar de ser uno de los más modestos, ha logrado del Evian hacer un equipo que compite siempre con uñas y dientes, un equipo que en defensa sabe apañárselas muy bien y en ataque dispone de los goles de Sagbo y Barbosa. Pero nuestro protagonista de hoy no destaca precisamente por hacer goles, sino todo lo contrario, por quitarlos. Hablamos de una de las revelaciones de la categoría, el defensor costa marfileño Brice Djadjedje, de 21 años de edad.

Nacido el 23 de Diciembre de 1990 en Aboudé Kouassiko, Costa de Marfil. Este joven africano aunque también con pasaporte francés empezó su carrera en las filas del PSG. Al club parisino llegó en 2002, con apenas 12 años, para formar parte de una de las entidades más colosales del fútbol francés. En los escalafones inferiores coincidió con jugadores que hoy despuntan en primera como Mamadou Sakho o Sebastien Corchia y se consagró como una de las perlas de la cantera. Pasaron los años y DDD, como le llaman ahora en el Evian, fue escalando peldaños y creciendo como futbolista en las filas del club parisino, sin embargo no iba a tener la oportunidad de debutar en él como jugador de la primera plantilla. Los dirigentes lo dejaron marcharse gratis al Evian, que por entonces militaba en la segunda división, y allí siguió progresando en el segundo equipo. Aquí si iba a tener la oportunidad de demostrar su valía y no tardó mucho en ser convocado con la primera plantilla, debutando con apenas 19 años. Djadjedje crecía rápido y pronto se hizo con el puesto de lateral derecho, pero una lesión frenó su progresión durante varios meses. Eso sí, llegó a tiempo para volver a recuperar su sitio en el once titular y ser partícipe directo del ascenso del Evian a la primera división. Actualmente es una de las mayores bazas de la entidad y el club que habita a los pies de los Alpes sabe que el costa marfileño es muy importante para crecer como equipo y consolidarse en la máxima categoría.

Brice Djadjedje es un lateral diestro de gran recorrido, que como buen africano destaca por su potencia física y su incansable trabajo durante los 90 minutos de juego. Bueno técnicamente aunque a priori no lo parezca, sabe sumarse al ataque con criterio y bastante facilidad, siempre intentando ganar línea de fondo para centrar el balón en busca de Sagbo o Barbosa, y hay que decir que ya se ha estrenado como goleador. Aunque donde mejor se desenvuelve es en la parcela defensiva, es un lateral correoso y muy difícil de superar, no suele conceder espacios a su rival y en pocas ocasiones se le encuentra desubicado. Es muy rápido, lo que unido a su corpulencia le hacen ser un defensor con gran facilidad para robar balones y llegar bien al cruce. Su importancia en este equipo es vital, de hecho, es el jugador que más partidos ha jugado esta temporada en el Evian. Otro dato que habla muy bien de él es que en 25 partidos solo ha recibido dos tarjetas amarillas, lo que nos habla de un defensor limpio además de seguro. De seguir así no me extrañaría que saliera pronto hacia un equipo de mayores aspiraciones, aunque como siempre decimos, solo el tiempo lo dirá.