Hola a todos, seguimos
repasando a las jóvenes perlas de las segundas divisiones europeas y para el
artículo de hoy necesitaremos cambiar el rumbo para viajar a Francia. En el
país galo nos encontramos con una Ligue 2 que está preciosa tras dos meses de
competición. La lucha por el ascenso se está vendiendo bastante cara y muchos
son los equipos que quieren optar a ella a final de temporada. Si echamos una
vista a la clasificación, vemos como hasta ocho equipos están metidos de lleno
en esta batalla, y son apenas 5 puntos los que diferencian al primero del
octavo. Es precisamente este, el Dijon, el equipo que pone la línea
diferenciadora entre los equipos de arriba y los de la zona media. Un Dijon que
tras su descenso la pasada temporada, busca volver de nuevo a la máxima
categoría y para ello ha armado un equipo que mezcla juventud y experiencia a
partes iguales. Hoy vamos a destacar a un soldado llamado a filas esta
temporada para luchar precisamente en esta batalla, un joven canterano que ha
visto como la delicada situación del club le ha servido para hacerse un hueco
en el primer equipo de su ciudad natal. Se trata de Florent Mollet, de 20 años,
que esta temporada se está consagrando como el timonel de un Dijon que busca
retornar a la élite.
Nacido el de 19 Noviembre
de 1991 en Fontaine-lès-Dijon, una pequeña población del distrito de Dijon,
situada en la Borgoña francesa. De su trayectoria poco se puede decir, jugador
criado prácticamente en el equipo de su ciudad natal, en el que ha ido
escalando peldaños temporada tras temporada hasta asentarse en el primer
equipo. Como tantos otros canteranos en el mundo del fútbol, Mollet vio como su
situación profesional daba un giro radical gracias a una mala situación del
club tras el descenso. Y es que esto es así, para que un joven canterano llegue
a asentarse en el equipo al que prácticamente le ha dedicado toda su vida, deben
pasar dos cosas, o eres muy bueno y el aliciente de sonar para las canteras de
grandes clubes permite que los aficionados quieran ver a ese chaval jugando
para el primer equipo y con ello, se obliga al entrenador a darle la
oportunidad… O el club decide apostar por ti ya que su situación no le permite
desembolsar dinero por otro jugador de mayor experiencia. Sin embargo, todo
esto no importa cuando te enfundas la camiseta del equipo que sientes, y
entonces, dar el máximo en cada partido se convierte en tu única prioridad. Es
precisamente esto último lo que ha llevado a Mollet a ser hoy una pieza clave
entre los mayores, así ha conseguido nuestro protagonista consagrarse como una
de las mayores promesas de la 2º división francesa, convirtiéndose en un pilar
indiscutible en los esquemas de Olivier Dall'oglio.
Florent Mollet es un centrocampista de esos que sin
destacar en nada en especial, sobresalen en todo a la vez. No es de esos
jugadores que te decida un partido por si solo, o que levante a la grada con un
gesto técnico inusual, pero es un futbolista completamente necesario en su
equipo por hacer lo fácil, recibir, dar y volver a posicionarse para recibir.
Se trata de un mediocentro de carácter ofensivo, que habitúa a jugar cerquita
de la media luna distribuyendo el juego de ataque, pero siempre partiendo de la
línea que separa ambas partes del campo. Diestro de pierna, atesora una gran
visión de juego y posee una gran inteligencia para leer las jugadas y elegir
siempre la mejor opción de juego. Distribuye con facilidad y también sabe
esconder el balón, por lo que cuando el equipo está falto de ideas o quiere
mantener la posición, casi todos los balones suelen ir a sus pies. También
tiene un buen golpeo de balón con su pierna diestra, por lo que es habitual
verlo sacar corners o faltas peligrosas. Pero sobre todo destaca por ser un
trabajador nato, nunca se esconde y siempre da la cara, en las duras y en las
maduras siempre está ofreciéndose para iluminar al equipo con su juego. No es
de extrañar que desde el primer momento, Olivier Dall'oglio haya confiado en él
como faro de guía del equipo. Aun le queda por crecer muchísimo, él mismo ha
dicho que tiene que mejorar en aspectos como la agresividad, pero a sus 20 años
podemos hablar de un futuro gran jugador. Veremos como va avanzando a lo largo
de la temporada, y a ver si con un poquito de suerte, lo podemos ver la campaña
venidera jugando en la máxima categoría del fútbol francés, aunque estoy seguro
de que tarde o temprano lo acabará consiguiendo.